Esquema de un sistema de servicio de producto (Product service system). ©CollaborativeConsumption.com
Uno de los fenómenos más interesantes que se están dando dentro del movimiento verde en los últimos años es el nacimiento y expansión de diferentes formas de acceder a productos y servicios que no involucran la compra de los mismos.
Servicios de alquiler de autos, ropa y objetos de todo tipo, trueque de persona a persona, préstamos temporales, y el regalo de cosas en desuso por medio de redes como Freecycle están apuntando hacia un nuevo tipo de sociedad colaborativa por medio de la conexión y la tecnología.
La escritora y consultora Rachel Botsman y el emprendedor Roo Rogers estuvieron observando estos fenómenos y han escrito un libro llamando al movimiento 'Consumo colaborativo' (Collaborative consumption).
De acuerdo a su definición, el Consumo colaborativo "se refiere a la rápida explosión de las prácticas de compartir, trocar, prestar, intercambiar, alquilar y regalar, reinventadas a través de tecnologías de redes en una escala y en formas que nunca habían sido posibles".
Si nos remontamos en el tiempo, ya en las pequeñas ciudades de la Baja Edad Media europea los artesanos y productores agrícolas intercambiaban productos entre sí sin la necesidad de dinero. Perdidas en el tiempo con la aparición del capitalismo, el dinero y el paradigma de la acumulación, estas prácticas están siendo rescatadas en este momento y potenciadas con las posibilidades que abre internet.
Esquema de cómo funcionan los mercados de redistribución (como los sitios de intercambio). ©CollaborativeConsumption.com
Algunos ejemplos de plataformas exitosas basadas en la economía de compartir son el servicio de alquiler de autos Zipcar, en el que las personas rentan autos a otras personas que no los usan por horas. El sitio Ecomodo ofrece la posibilidad de tomar prestado un objeto de otra persona por unos días. Otros sitios como Swap.com permiten intercambiar un objeto por otro con personas que tienen cosas en desuso. Y como éstos, hay miles de nuevos ejemplos cada día.
Este movimiento está íntimamente relacionado a las tendencias de las que hablábamos hace algunas semanas en la nota Desapropiar, dematerializar, demonetizar: Tres tendencias modificando el comportamiento joven y también con la construcción de comunidad.
A su vez, el compartir objetos evita la producción de otros nuevos, lo cual termina reduciendo el impacto que podemos tener en el ambiente.
¿Cómo ser parte de este interesante movimiento? Cada vez que necesites algo, comenzá por pensar siempre la forma de tomarlo prestado de algún contacto o alquilarlo, y buscá forma de hacer circular tus pertenencias en desuso.
Si bien las herramientas online específicamente diseñadas para esto ayudan, en realidad se trata más bien de una actitud: evitar la adquisición y buscar formas alternativas de acceder a aquello que necesites.
Más sobre el movimiento en www.CollaborativeConsumption.com.
Si nos remontamos en el tiempo, ya en las pequeñas ciudades de la Baja Edad Media europea los artesanos y productores agrícolas intercambiaban productos entre sí sin la necesidad de dinero. Perdidas en el tiempo con la aparición del capitalismo, el dinero y el paradigma de la acumulación, estas prácticas están siendo rescatadas en este momento y potenciadas con las posibilidades que abre internet.
Esquema de cómo funcionan los mercados de redistribución (como los sitios de intercambio). ©CollaborativeConsumption.com
Algunos ejemplos de plataformas exitosas basadas en la economía de compartir son el servicio de alquiler de autos Zipcar, en el que las personas rentan autos a otras personas que no los usan por horas. El sitio Ecomodo ofrece la posibilidad de tomar prestado un objeto de otra persona por unos días. Otros sitios como Swap.com permiten intercambiar un objeto por otro con personas que tienen cosas en desuso. Y como éstos, hay miles de nuevos ejemplos cada día.
Este movimiento está íntimamente relacionado a las tendencias de las que hablábamos hace algunas semanas en la nota Desapropiar, dematerializar, demonetizar: Tres tendencias modificando el comportamiento joven y también con la construcción de comunidad.
A su vez, el compartir objetos evita la producción de otros nuevos, lo cual termina reduciendo el impacto que podemos tener en el ambiente.
¿Cómo ser parte de este interesante movimiento? Cada vez que necesites algo, comenzá por pensar siempre la forma de tomarlo prestado de algún contacto o alquilarlo, y buscá forma de hacer circular tus pertenencias en desuso.
Si bien las herramientas online específicamente diseñadas para esto ayudan, en realidad se trata más bien de una actitud: evitar la adquisición y buscar formas alternativas de acceder a aquello que necesites.
Más sobre el movimiento en www.CollaborativeConsumption.com.
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