jueves, 18 de noviembre de 2010

Clases de capital intelectual

Existe una gran variedad de clasificaciones sobre los tipos de Capital intelectual, una de ellas, sería la siguiente:

1.- Capital Estructural.
2.- Capital Relacional
3.- Capital de Emprendizaje.
4.- Capital Humano.
Vamos a hacer una pequeña descripción de qué activos intangibles se incluirían dentro de cada tipo o clase de capital intelectual:

1.- Capital Estructural: Por capital estructural entendemos el conocimiento que la organización consigue explicitar, sistematizar e internalizar y que, en un principio, puede estar latente en las personas y equipos de la empresa. Aquí incluiríamos todos aquellos conocimientos estructurados de los que depende la eficacia y eficiencia interna de la empresa, tales como, sistemas de información y comunicación, tecnología disponible, procesos de trabajo, patentes y sistemas de gestión (ERP, bases de datos, herramientas de gestión económica, etc).
Dentro del mismo, se hace diferencia entre el capital tecnológico (capacidad para utilizar el conocimiento y la tecnología) y el capital organizativo (conjunto de herramientas y/o métodos para la gestión del conocimiento) El capital Estructural es propiedad de la empresa y permanece en la organización cuando las personas que la integran ya no están. Un sólido capital estructural facilita una mejora en el flujo de conocimiento e implica una mejora en la eficacia de la organización.
Para que se pueda conocer la situación de una empresa con respecto a su capital estructural habrá que analizar la cultura de la empresa, su estructura y modelo de gestión, cuáles son sus principales productos o servicios, el sector en el que operan, sus procesos, estándares de calidad, sistemas de información y comunicación, canales de difusión externa y la propiedad intelectual de la empresa (patentes, marcas, etc).

2.- Capital Relacional: Es el valor que tiene para una empresa el conjunto de relaciones que mantiene con el exterior. La calidad y sostenibilidad de la base de clientes de una empresa, su potencialidad para generar nuevos clientes en el futuro, son cuestiones clave para su éxito, como también lo es el conocimiento que puede obtenerse de la relación con otros agentes del entorno (alianzas, proveedores, safisfacción de clientes…)
Para valorar la situación de la empresa con respecto a su capital relacional, deberemos fijarnos en los proveedores: tipología y relaciones con ellos, el conocimiento que la empresa tiene de sus proveedores y de sus potenciales proveedores, análisis de la posibilidad de sustitución de los mismos, garantías de suministro. También debemos conocer a los competidores: tipología, estrategia, etc. A sus clientes: tipología, cuota de mercado, potencialidad de nuevos clientes, la política de la empresa en cuanto a sus clientes. Y al resto de actores con quien se relaciona: relaciones con instituciones, accionistas, inversores, existencia o posibilidad de establecimiento de alianzas, cooperación, etc.

3.- Capital de emprendizaje: Con el nos referimos, en términos generales, al conjunto de políticas organizativas que potencian la creación de un mercado abierto para las ideas y para experimentar. Dentro del capital de emprendizaje podemos distinguir entre el capital imaginativo, que reside en las competencias y actitudes de las personas de la organización que facilitan la búsqueda de soluciones a la necesidades que plantea la empresa y el cliente. Y el capital de innovación, que viene a ser el potencial o capacidad innovadora de la empresa.
Se puede evaluar el capital de emprendizaje de una empresa si se analiza y reflexiona sobre su capacidad de innovación, esto es, las acciones desarrolladas para potenciar la innovación, el desarrollo de nuevos productos, la existencia de equipos para innovar en la empresa. Y sobre su capacidad imaginativa: localización de la innovación en la empresa, formalización de esta actividad, etc.

4.- Capital Humano: Lo constituye el conocimiento (explícito o tácito) que poseen las personas y equipos de la organización, el que son capaces de generar en el desarrollo del trabajo individual o grupal, y que es útil para la organización. El capital humano es la base para la generación de otros tipos de capital intelectual. El capital humano no es propiedad de la empresa sino que pertenece a las personas que integran la organización.
Para averiguar cuál es el capital humano de una organización habrá que analizar el organigrama de la empresa, la distribución de la plantilla, la política de recursos humanos, la formación, los sistemas de comunicación interna que fomentan el intercambio de ideas, las herramientas de medición de la satisfacción interna y resultados de la misma, la actitud y aptitudes del personal, entre otros aspectos.


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