El azul, el verde o el violeta son los colores más indicados para el dormitorio porque transmiten calma y tranquilidad. Fotos: bp3.blogger.com.
Los espacios minimalistas en blanco y negro ya están pasados de moda. Para que tu casa sea elegante no hace falta recurrir a los dos colores más sosos de la paleta. Es más, son hasta deprimentes. Ahora, lo que se lleva es el color. Da mucho más juego y tu casa será mucho más alegre y divertida. Pero como en todo, no se puede experimentar sin tener unos conocimientos básicos. Por eso te vamos a dar unas pautas para que tu casa sea propia de salir en las revistas más modernas de decoración. ¡Serás la envidia de los vecinos! Hoy comenzamos con las habitaciones. Mañana será el turno del salón y el domingo, de la cocina. Forma parte de la brigada anti-minimalismo en blanco y negro. ¡Qué viva el color!
Los colores fríos como el azul, el verde o el violeta son los más indicados para la habitación porque transmiten calma y tranquilidad. Así que ni se te ocurra pintar las paredes de rojo, naranja o amarillo. Conseguirás el efecto contrario: viveza y agilidad.
Si eres de los que quieres un poco de color, pero no demasiado, puedes optar por pintar las paredes de gris claro y poner unas sabanas o un edredón de azul intenso en la cama. Conseguirás un combinación elegante que, además, otorga luminosidad a la habitación.
Asimismo, los tonos pastel dan sensación de amplitud. Eso sí, si lo eliges, es importante que los combines con elementos oscuros, por ejemplo los muebles, para crear profundidad visual.
Si quieres sustituir la cabecera de la cama, te aconsejamos que en su lugar pintes una superficie determinada de un color más claro que el de la pared.
Si la habitación es abuhardillada, todas las paredes deben ser del mismo color.
Puedes usar todos los estampados que quieras. También darán vidilla a la habitación. Eso sí, deben ser de la misma gama de colores que el resto de la estancia. Nunca mezcles el amarillo con el morado, por favor. Haría daño a la vista.
El color de los armarios también influye en el espacio. Los armarios de madera natural o del mismo tono de las paredes aparentan ocupar menos espacio. Además, olvídate de las baldosas en los suelos. El roble, la haya o el arce aportan calidez a un dormitio sombrío.
En habitaciones con techos muy altos, conseguirás calidez si pintas el techo de un tono un poco más oscuro que las paredes.
Si tienes cajones debajo de la cama, tienen que ser de un color neutro para pasar inadvertidos.
¡Quita los cuadros de encima de la cabecera! Si los colocas en las paredes a los lados de las camas, obtendrás una mayor sensación de espacio.