El proyecto de esta vivienda está ubicado en una finca con una de 24.000m2, pero aislado en plena naturaleza, rodeado por un bello paisaje de verdes montañas y valles. La casa es conocida como São Francisco Xavier House
(Brasil), y se situó justo en la parte alta de la colina, ligeramente
separada del terreno y apoyada sobre unos soportes de hormigón.
Con un construida de 392m2 , el arquitecto no se complicó la vida, ya que la vivienda está trazada siguiendo un esquema ortogonal
bastante rígido, pero que sirve para facilitar enormemente la
composición de su estructura (de madera), un hecho que parece olvidarse
en otros edificios, dando lugar a complicadas soluciones estructurales.
Esto además provoca que el esquema de
sea muy simple: todas las habitaciones siguen una secuencia lineal, con
tres suites, y un amplio salón (incluyendo cocina y comedor). Los otros
dos módulos corresponden a la zona de servicio, y a la sauna+aseo
exterior. La casa también destaca por sus fachadas acristaladas y sus
amplias terrazas, que invitan a la vida al aire libre y al disfrute del
paisaje.
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