Lo construyó un grupo de arquitectos en Finlandia. Se trata de una estructura de 864 metros cuadrados cubiertos, con tres pisos y con un peso de 220 toneladas que marcará un hito: es el primer edificio móvil, que se emplazará en una isla, pero podrá trasladarse a otras ciudades.
Olli Vuola, de la empresa constructora, explicó cómo fue llevar esta sorprendente mole a Turku, en el suroeste de Finlandia: “Una construcción similar de hormigón pesaría al menos cinco veces más, por lo que no hubiera sido posible transportarla de esta manera”.
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