El  síndrome del edificio enfermo afecta a los ocupantes del edificio y no  al edificio en sí, y se caracteriza por causar varios síntomas como  irritación de la piel, los ojos o el cuello, así como otras molestias  relacionadas con los sentidos del olfato y el gusto.
Habitualmente  el síndrome del edificio enfermo se produce por una mala ventilación,  partículas en suspensión, y cargas iónicas o electromagnéticas.
Los  edificios más propensos a sufrir este síndrome son los de oficinas con  muro cortina, que cierran herméticamente para reducir las infiltraciones  de aire y así ahorrar energía. Si la ventilación artificial no está  correctamente calculada, favorecerá la aparición de alergias y la  transmisión de enfermedades como la gripe.
Las zonas  húmedas con poca ventilación y presencia de polvo favorecen la  aparición de ácaros. Sus excrementos son inhalados por los usuarios del  edificio y pueden causar varios problemas respiratorios y otras  dolencias.
Algunos  materiales de las oficinas pueden contribuir a la aparición del síndrome  del edificio enfermo al desprender fibras minerales, contener  compuestos orgánicos volátiles (COV) o emitir vapores tóxicos.
Principales recomendaciones para evitar el síndrome de l’edificio enfermo:
- Evitar la utilización de productos que contengan compuestos orgánicos volátiles (COV). Principalmente los encontraremos en pinturas, barnices, moquetas y cortinas.
- Limitar al máximo las zonas para fumadores dentro del edificio, y procurar que el aire de los locales con fumadores no se mezcle con el del resto de espacios.
- Priorizar la ventilación natural en vez de la mecánica.
- Realizar un buen mantenimiento de las instalaciones de climatización, limpiando a menudo los filtros y los conductos.
- Mantener limpias las moquetas y cualquier superficie que favorezca la acumulación de agentes contaminantes.
- Separar las zonas de calidad de aire especial, como salas de combustión, salas de máquinas, baños y cocinas, procurando ventilar de manera independiente.
- Minimizar las emisiones de radón utilizando materiales que no lo contengan o creando espacios ventilados sobre suelos que lo contengan.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario