El informe The new nature of innovation es una aportación de los gobiernos danés y finlandés a la estrategia de innovación de la OCDE para el año 2010 .
Las conclusiones del informe, resumido en The new nature of innovation revealed ,  se orientan hacia la identificación de un papel menor de la tecnología  como motor impulsor de la innovación, pasando a ser considerada como uno  más entre los nueve principios orientadores del desarrollo de la  innovación que identifica el informe:
Principio número 1: co-creación de valor con los clientes:
La  digitalización, las capacidades técnicas y la producción en redes hacen  posible la producción de soluciones individuales que tengan en cuenta  las necesidades específicas de cada cliente. Las tecnologías digitales y  la Web 2.0 ofrecen a las empresas una plataforma para interactúar con  todos los individuos del mundo a bajo coste. La tecnología también hace  posible la producción de soluciones únicas con pequeños costes  adicionales.
Principio número 2: implicación de los usuarios en el proceso de innovación:
Las  compañías están reconsiderando sus procesos de innovación y prestando  mayor atención al papel del usuario. La innovación ya no sólo tiene  lugar en los tradicionales departamentos de I + D, donde el enfoque  principal es desarrollar la última tecnología. Los procesos de  innovación comienzan en el usuario, entendiendo los problemas a los que  éstos se enfrentan y las necesidades que hay que resolver, y  comprendiendo sus comportamientos, que luego pueden proporcionar pistas  sobre los productos o servicios que se podrían esarrollar. Al participar  en las primeras fases del proceso de innovación, en las que las  empresas están aún identificando áreas de oportunidad, y como quiera que  la incorporación de tecnología en productos o servicios se lleva a cabo  más adelante en el proceso de innovación, la inclusión de los usuarios  tiene lugar en una fase anterior del mismo.
Principio número tres: acceder a y combinar conocimiento globalmente disperso:
Al  mismo tiempo que las empresas globalizan sus procesos de innovación,  comenzarán a centrarse estratégicamente en el valor de los conocimientos  existentes en diferentes países y localidades de todo el mundo, ya sea  dentro de sus filiales locales o dentro de las empresas, universidades u  otras instituciones basadas en el conocimiento, locales. Cada vez más  empresas se moverán hacia la aplicación de un proceso de innovación  basado en el acceso al conocimiento global. De esta manera, las empresas  no sólo se volverán más innovadoras, sino que también podrán  beneficiarse de fuentes de conocimiento de bajo coste y reducir su coste  de innovación y desarrollo de nuevos productos.  
Principio número cuatro: establecer redes y colaboraciones formales:
La  complejidad de las soluciones que se precisan hoy en día hace que un  sólo tipo de empresa no las pueda resolver por si misma. Compartir  información y conocimientos entre las empresas asociadas, así como con  clientes y usuarios será uno de los modelos que las empresas deberán  adoptar para seguir siendo competitivas. Frecuentemente, la solución  adecuada requerirá colaborar con empresas que posean capacidades  compatibles y que complementen las habilidades propias dentro de cada  empresa. Por lo tanto las alianzas y colaboraciones se formalizarán cada  vez con más frecuencia y, en muchos casos, involucrarán conjuntamente a  entidades públicas y privadas
Principio número cinco: establecer dinámicas entre emprendedores y empresas ya establecidas:
Las  nuevas formas de desarrollo de la innovación están cambiando el enfoque  que tienen las empresas transnacionales hacia la creación de empresas.  En lugar de ver la creación de empresas como una manera de llenar las  brechas tecnológicas, las grandes empresas están empezando a verlas como  una fuente de innovación. En el futuro, las empresas se esforzarán por  encontrar nuevas formas de establecer relaciones simbióticas con las  empresas de nueva creación porque a menudo éstas serán los actores  principales dentro de una tecnología específica.
Principio número seis: los modelos ambientales dirigen la innovación:
El  aumento de los precios de los recursos naturales como el petróleo y el  gas motiva que sea rentable para las empresas desarrollar nuevas formas  de energía, mientras que la escasez y los efectos colaterales de  contaminación de los combustibles fósiles están obligando al  descubrimiento de alternativas y soluciones limpias en energía. Las  crecientes posibilidades creadas por las nuevas tecnologías y el  conocimiento acumulado permiten allanar el camino para la innovación.
Principio número siete: las necesidades de los países emergentes definen la innovación:
El  impacto de los países en vías de desarrollo y de los mercados  emergentes sobre la innovación será extraordinario en los próximos años.  El cambio es gradual a medida que se encuentran nuevas soluciones a los  desafíos a los que se enfrentan los consumidores de los países en  desarrollo, las cuales, además de ser rentables en si mismas,  constituyen una fuente de inspiración para nuevas soluciones adaptables a  los consumidores de los países desarrollados. Con el fin de  proporcionar productos a los consumidores de los países en vías  desarrollo, las empresas se están replanteando sus modelos de negocio.  Los nuevos mercados a menudo requieren conocimientos y habilidades que  sólo se encuentran fuera de la empresa, dando como resultado la  formalización de colaboraciones. Estas colaboraciones pueden darse entre  empresas que poseen distintas competencias, o entre empresas y ONG´s  con diferentes responsabilidades.
Principio número ocho: los modelos del sistema de bienestar definen la innovación:
Existe  un creciente interés en cómo las empresas privadas podrían anticiparse y  responder mejor a las necesidades que los servicios públicos tienen que  cumplir, y cómo se podría tratar de desarrollar nuevas tecnologías,  procesos y servicios que respondan a estos retos. Esta necesidad, en  algunos casos, ha llevado a nuevas formas de colaboración entre el  Estado y empresas privadas. Las empresas pueden innovar para el sector  público, mientras el sector público sigue manteniendo la responsabilidad  de los servicios ofrecidos. A veces el sector público se enfrenta a  retos que no es capaz de resolver por su cuenta. El cambio de los  comportamientos de los ciudadanos ha dado lugar a nuevos tipos de  problemas que el sector público tiene que resolver. En respuesta, las  compañías privadas están siendo contratados para aportar soluciones.  
Principio número nueve: el papel de la tecnología como facilitadora de la innovación:
Mientras  las nuevas tecnologías como motor de la innovación están disminuyendo a  nivel empresarial, otras fuerzas están asumiendo el control. Las  empresas están buscando nuevas oportunidades de negocio a los problemas  no resueltos de los consumidores individuales y de los ciudadanos, y a  los desafíos globales como el cambio climático, el agua potable o las  necesidades sociales. A veces, se cren nuevas y mejores soluciones con  las tecnologías existentes o con combinaciones de tecnologías ya  existentes. En ocasiones, se precisa desarrollar nuevas tecnologías para  crear soluciones satisfactorias, pero incluso cuando se necesita nueva  tecnología, ésta no es necesariamente el motor de la innovación, sino un  facilitador.
Los  problemas globales exigen nuevas soluciones. El desafío de alcanzar  soluciones sostenibles a nivel mundial desafíos será una gran  oportunidad de negocio y uno de los motores más importantes de la  innovación. Sin embargo, nuevas soluciones a los desafíos globales, a  menudo requieren normas, regulaciones o contratos públicos. Las  actividades del Gobierno por lo tanto puede ser una barrera a la  innovación social, pero los gobiernos también tienen la posibilidad de  fomentar la innovación en la empresa. Se precisan normativas y gestión  de las demandas públicas más inteligentes. El cómo hacer esto en la  práctica seguirá siendo un reto a todos los niveles para los gobiernos.
Al  mismo tiempo que aparecen nuevos tipos y fuentes de innovación surgen  nuevos conocimientos y competencias necesarios. Las ciencias naturales y  la tecnología han sido durante décadas la base de conocimientos  dominante de la innovación, y lo seguirán siendo, pero ahora estarán  lejos de ser suficiente. Existe necesidad de conocimiento profundo y  especializado en comprender el mercado y el comportamiento del usuario  como fuentes de innovación. Las nuevas tecnologías podrían permitir a  las empresas desarrollar modelos de negocio totalmente nuevos, que abren  nuevas posibilidades para la co-creación y la exploración de  necesidades sin resolver de los usuarios. Todo ello puede ser una fuente  importante de innovación.
Se  necesitan nuevas mentalidades, habilidades y competencias para  participar en la co-creación y desarrollo de soluciones únicas. Estos  tipos de habilidades y competencias suelen estar relacionados con  profesionales con formación en ciencias sociales, ciencias humanas y  artes, tales como arquitectos y diseñadores. La evidencia muestra que  puede ser difícil para las empresas contratar a profesionales con estas  habilidades y competencias y, al mismo tiempo, tener habilidades  suficientes en la comprensión de los negocios con experiencia en equipos  de innovación multidisciplinares.
 

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