La cocina es un espacio que admite colores  intensos, incluso si es pequeña. Fotos: taracea-albore.com.
La cocina es uno de los lugares más especiales de la casa. Ahí pasas  largas horas viendo como hierve el estofado o como sube el bizcocho en  el horno. Trocear, freir, lavar, picar, fregar… ¡tantas cosas que hacer  en la cocina! En realidad es un lugar que se mancha con más facilidad  que cualquier otra estancia de la casa y por eso tiene que ser fácil de  limpiar. Lo más habitual son los azulejos, pero éstos no tienen por qué  ser blancos. De hecho el blanco es un color en el que lo sucio  resalta más. Además, hoy en día la cerámica ha evolucionado en  lo que a diseño se refiere, así que es fácil encontrar azulejos de todos  los colores y texturas y con una amplia gama de diseños entre la que  poder elegir el que más nos guste. Pero, ¿qué colores y  combinaciones son las más adecuadas para la cocina? Al igual   que  te hemos recomendado algunos colores para decorar el salón  o los  dormitorios, a continuación te damos unas pautas para que tu cocina  sea como siempre soñaste.
La cocina es un espacio que admite colores intensos,  incluso si es pequeña, gracias a la luz que aportan los materiales con  acabados metálicos y brillantes, muy habituales en esta estancia.
Además, es importante que elegir una iluminación halógena,  ya que ésta no modifica los colores y es idónea para la cocina, donde  se manipulan alimentos.
Si lo que estás buscando es que tu cocina esté a la última, no te lo  pienses: reviste las paredes de pizarra. Le dará un toque  moderno a aquellas cuyo mobiliario sea rojo o verde ácido con  laminados brillantes. Además, podrás escribir con tiza en las paredes  (la lista de la compra o mensajes alegres para que sonrías por la  mañana, por ejemplo) y es un material muy fácil de limpiar.
En las cocinas pequeñas, para lograr una mayor sensación de amplitud,  conviene que predomienen sólo dos colores, además del  plateado de los grifos, encimeras y demás, claro.
Los colores cálidos como el naranja y el amarillo, aportan  luz y son fáciles de combinar con armarios con acabados de  madera.
Una cocina con muchos revestimentos en acero inoxidable puede  resultar muy impersonal. Si introduces elementos blancos,  lograrás un aspecto mucho más personal sin perder luz.
Los azulejos pueden ser sustituidos por pintura plástica, que  aísla la humedad y ofrece más posibilidades de color porque la  puedes combinar hasta lograr el tono que más te guste.
En las cocinas pequeñas conviene que los armarios tengan un color  intenso en la zona situada debajo de la encimera, parecerán más grandes.  Otra opción es pintar los armarios ubicados sobre la encimera  de un color neutro o de un tono más claro que el de la pared.
En las cocinas en las que predomina el blanco, los visillos  de organza de colores cálidos dan un aire romántico.
En una cocina con forma de ‘L’ se puede aplicar un color  distinto a las paredes del espacio más pequeño para crear una  zona de office.
Los suelos de mármol blanco sin vetas aportan luminosidad  y sensación de amplitud, pero si los vas a usar, combinalo con color en  los armarios y paredes. 
 
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